Es lamentable que el presidente Danilo Medina, que ha dado sobradas muestras de que desea enfrentar con buen éxito variados problemas sociales, haya estancado sus energías en buscar la forma de solucionar el creciente problema de la escasez de agua en la capital de la República. La gente puede vivir incluso con poca comida, pero no sin agua. El agua es fundamental para los seres humanos, de manera que uno no se explica por qué los diferentes gobiernos han sido tan indiferentes a la situación que comentamos.
El tiempo pasa y es poco lo que se hace para aumentar nuestras escasas reservas de agua. El 10 de julio de 2010 el entonces presidente Leonel Fernández “inauguró” la Presa de Monte Grande, en el suroeste, una obra que es un sueño para los sureños. Esa “inauguración” fue un espectáculo de mal gusto, pues a poco los equipos que supuestamente serían utilizados en los trabajos fueron retirados. Se trató de un acto de campaña política.
En el Presupuesto del año pasado se consignaron 300 millones de dólares para iniciar la construcción de la Presa de Madrigal, pero no se ha vuelto a hablar más de eso, a pesar de que sería la única solución viable, por lo menos por ahora, para resolver el problema del agua en el Gran Santo Domingo, con una población y un sector industrial en constante crecimiento.
La proliferación de barrios-miseria en la periferia de Santo Domingo contribuye al aumento de la demanda de agua, pero observamos que nada importante se hace para enfrentar quizás uno de los mayores problemas que tiene hoy la Nación, conjuntamente con el eléctrico.
En artículos anteriores hemos sugerido que, si el gobierno no quiere aceptar las propuestas económicas de China para financiar completamente la Presa de Madrigal, pues que apele a otros mecanismos financieros, rebajándole de los 11 metro cubico que puede regular el 50%. Eso podría hacerse con el mismo diseño vigente, hasta que el gobierno consiga los fondos necesarios para llegar a los once metros cúbicos.
Las alternativas que se han planteado aparte de Madrigal son costosas y poco viables, como sería traer agua de la Presa de Hatillo en Cotuí para servirla por gravedad, olvidánse que ya la Barrick Gold es como quien dice la dueña del agua de Hatillo, fundamental para extraer el oro que ningún dominicano podrá tomar cuando tenga sed. Si el presidente Medina “le mete mano” a Madrigal, como se dice popularmente, pasará a la Historia como el hombre que resolvió un problema social de envergadura, como es el del agua.