Ana María Beltrán es propietaria del restaurant La Presita. Sentada, y a su lado unos asientos vacíos, rememora que en los tiempos anteriores al deterioro de la carretera de acceso a la presa, a su negocio acudía bastante gente. “Ahora la vía de comunicación fue reparada, está en buenas condiciones, pero ninguna autoridad ha hecho el anuncio de eso”, lamenta Ana María, mientras voltea la vista a un extremo delestablecimiento, construido con un aspecto típico llamativo.
“Hace falta publicidad, que se venda este lugar y que las autoridades del Ministerio de Turismo asuman su responsabilidad. Hay que promover toda la riqueza que tiene este pueblo para que la gente venga”, sostiene la comerciante, mientras conversa con periodistas de El Caribe.
“No tenemos en Cotuí una mano amiga que nos diga la parte que tenemos que cubrir los comerciantes y qué harán ellos para que las cosas caminen bien”, agrega, sin zafarse un instante del tema.
Recuerda que en días buenos el negocio lucía repleto de personas. Ahora, según sus números, la actividad comercial ha bajado en promedio un 80%. “Eso de ninguna manera tiene que ver con el servicio, pues este sigue siendo bueno en nuestros negocios”, aclara.
En el trayecto hacia la presa de Hatillo existen entre siete y ocho restaurantes de comida. Los dueños de esos establecimientos piden la intervención de la oficina de Turismo en la provincia Sánchez Ramírez, porque desde sus puntos de vista esta “no ha dado ningún fruto”.