La organización cristiana Paz Dominicana solicitó hoy el apoyo del Ministerio Público en la acción de amparo interpuesta por el misionero Rafael Guillén Beltré, la cual busca la paralización de las operaciones de la minera Pueblo Viejo Dominicana Corporation (PVDC), filial de la Barrick Gold, y otras mineras que operan en Sánchez Ramírez, Cotuí.
A través una carta dirigida al procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, el querellante pide el cese de las operaciones hasta que no se resuelva la contaminación con cianuro y otros metales pesados que está afectado a cientos de familias que residen en los alrededores de las empresas mineras.
A continuación el texto completo de la misiva dirigida al máximo representante del Ministerio Público:
Permítame ante todo invocar al Dios de amor y justicia para que le conceda siempre sus fuerzas e infinita sabiduría a su persona, quien le habla es cabeza de la organización cristiana Paz Dominicana, quienes en mi nombre sometimos una acción de amparo contra la empresa minera de capital canadiense Pueblo Viejo Dominicana Corporation subsidiaria de la Barrick Gold y la Gold Corp, por los hechos alarmantes de contaminación que nos están afectando a causa de sus operaciones en la provincia Sánchez Ramírez.
Ha lugar el amparo, la audiencia fijada por el Tribunal Superior Administrativo (TSA) es para el próximo martes 28 de octubre a las 09:00 de la mañana, razón que nos motiva a solicitarle al Ministerio Público que ponga sus mejores energías al servicio de la causa del pueblo en este caso, dado que la contaminación comprobada y evidente que padecemos los cercanos a la mina de Pueblo Viejo en Cotuí, se ha cobrado vidas, salud y con ella la dignidad humana, igual están totalmente contaminadas las aguas de nuestros principales ríos, incluyendo el más grande embalse del área del Caribe, la presa de Hatillo.
Es dramática la vida que llevamos quienes estamos viviendo cerca de la mina, nosotros de una forma voluntaria para percatarnos de esta tragedia por cuenta propia, para que nadie nos las cuente. Lo verdaderamente espeluznante de esta tragedia, ha sido la desidia, el criminal desinterés que han mostrado las autoridades todas, desde la Presidencia de la República hasta el más sencillo alcalde pedáneo, nos huele mal esta indolencia estatal, máxime cuando esta empresa se ha caracterizado por ejercer un programa de relaciones publicas que más bien nosotros lo hemos calificados de corrupción a los funcionarios e instituciones públicas.
Pongo esta situación en su conocimiento, por considerarlo una de las pocas figuras de nuestra nación de principios, valores y compromiso con los mejores intereses de nuestra Patria. Al menos así lo pienso, y lo he pensado siempre, al tanto no se nos muestre lo contrario. Y quiero hacerle una formal solicitud: Ponga sus ojos en esta audiencia del 28 de octubre en el TSCA a partir de las 09:00 de la mañana, y le ruego que mande un operativo de seguridad a la misma, ya que tenemos informaciones de fuentes confiables, que los socios y directivos de esta empresa andan como locos, molestos con nosotros por este justo reclamo que estamos haciendo de justicia para su accionar ecocida en territorio dominicano.
Todo el movimiento de lucha contra esta empresa fue silenciado en base a la corrupción y las amenazas, a nosotros no nos detendrá ni una ni la otra, lo único que nos detendrá es cuando veamos al Estado Dominicano actuar con la debida responsabilidad contra una empresa que a todas luces a violado flagrantemente nuestra Constitución y las leyes dominicanas en nuestras propias caras, humillando la historia heroica de nuestro glorioso pueblo.
Ahora nos amparamos en la justicia dominicana, y le reiteramos que en aras de evitar tragedias, usted como cabeza del Ministerio Público de nuestra nación, ordene un dispositivo de seguridad para la audiencia descrita anteriormente y todas las que pudieran venir, porque nosotros no nos pararemos de luchar hasta que el mismo Dios, primer fundamento de nuestra Patria, le haga justicia a la depredadora Barrick Gold en Dominicana.