A nivel mundial, las enfermedades cardiovasculares representan el mayor porcentaje de morbilidad en todo el mundo. En países como el nuestro cada año las cifras van en aumento, es por ello que la Fundación Heart Care Dominicana crea el primer programa de atención móvil para pacientes con afecciones valvulares, coronarias o con alguna cardiopatía. A través de la “Ruta de la Salud Cardiovascular”, HCD realiza operativos a nivel nacional, los cuales permiten acceso a medicina preventiva de primer nivel a distintas regiones empobrecidas del país.
Desde sus inicios, más de 3,700 personas han sido beneficiadas en seis operativos realizados en los municipios de Cabrera, Constanza, Monte Plata, San Juan de la Maguana, Hato Mayor del Rey y San José de Ocoa, entregándoles medicamentos a cada uno de los pacientes diagnosticados.
En esta nueva oportunidad HCD emprendió su próxima Ruta de la Salud Cardiovascular, en Cotui, el pasado día primero, con el fin de diagnosticar y mejorar mediante la detección temprana, la salud cardiovascular de esta región.
El doctor Pedro Ureña, presidente de la Fundación advirtió que las enfermedades cardiovasculares constituyen hoy día un gran flagelo para la población mundial con el agravante de que su tratamiento correctivo implica grandes inversiones en tecnología y medicamentos. El acceso a estos procedimientos se ve limitado en un segmento de la población cuya sobrevivencia depende de la generosidad y el compromiso de personas e instituciones con un verdadero sentido de humanismo.
Condiciones como la DM, la HTA, la hipercolesterolemia, y la fiebre reumática, enfermedades silentes cuya detección tardía y falta de tratamiento en las personas afectadas, hace que evolucionen en patologías cardiacas de alta complejidad y elevado costo de corrección. Es la amarga realidad de un alto porcentaje de la población sin acceso a un chequeo preventivo o a un tratamiento considerado rutinario en la práctica de la medicina moderna.
La ruta de la salud tiene una experiencia de más de 13 años de servicio ininterrumpido a una población no pudiente lo que ha permitido reconocer el avanzado estado de deterioro en el cual llegan los pacientes a ser sometidos a una cirugía cardiaca, un cateterismo, o un marcapasos, intervenciones de alto costo.