La Barrick Gold impacta la vida de Cotuí

LA PRESENCIA DE LA MINERA COMIENZA A MODIFICAR LA SOCIOECONOMÍA DEL PUEBLO, Y ESTOSE COMPRUEBA EN LA MEZCLA DE EXTRANJEROS Y NATIVOS Y LA CREACIÓN DE NUEVOS NEGOCIOS LOCALES
Entre la pobreza y el oro, en Cotuí se debaten también entre el desarrollo económico que representa la Barrick Gold y los temores que la presencia de la minera han generado y que se hacen visibles en los tópicos “Fuera Barrick” y “Alto al cianuro” que fueron tendencia en Twitter las primeras horas del lunes.
“Hasta hace poco, Cotuí era un pueblo que languidecía”, dice el historiador Francisco Rincón. Pero ahora todo es movimiento.
La interrelación de extranjeros contratados por la empresa con los cotuisanos comienza a ejercer un impacto en los hábitos, costumbres, negocios y relaciones sociales del pueblo. “Los enanitos” y “pelitos buenos” son algunos de los calificativos que emplean los cotuisanos para referirse a los extranjeros que han comenzado a cambiar el paisaje.

A las 5:00 a.m. y a las 6:00 p.m., por el pueblo transita una que otra “tortuga ninja” -como también les llamancon sus chalecos naranjas con rayas lumínicas verdes, sus cascos amarillos y mochilas a la espalda.
Relaciones de pareja
Ya son comunes los vínculos entre peruanos, ecuatorianos y mexicanos con las cotuisanas. De algunas uniones han nacido hijos, y nativas del lugar se han marchado al extranjero.
Jorge Echavarría llegó en noviembre del 2010 a la Barrick Gold. Su misión era trabajar en la soldadura de una planta de oxígeno.
Cuando llegó al pueblo, sus compañeros habían organizado una huelga en la mina y tuvieron que permanecer 20 días en “La Estancia”, comunidad donde está ubicada su residencia, protegida por verjas metálicas.
Libre de trabajo, Jorge se distraía observando a Rosanny Peralta, quien vivía con sus padres al frente de su casa. A las dos semanas no vaciló en acercarse a ella y tiempo después decidieron vivir juntos. Sentado en el patio de la casa de sus suegros y disfrutando de una complicidad calurosa, Jorge describe su experiencia, mientras ellos y algunos curiosos vecinos lo escuchan con especial atención.
“Toda la gente aquí es muy buena. Este es un país de gente alegre. En México cada quien anda por su lado”, dice el mexicano.
A Rosanny la delata el brillo de sus ojos. “Ha sido un cambio radical. Quizás antes no tenía la inteligencia y capacidad que ahora tengo, y los ejemplos y modales que con él he adquirido”, sostiene la joven de 20 años.
El contrato de trabajo de Jorge terminó hace una semana, y dentro de pocos días regresará a su país.
Con nostalgia por separarse de su pareja y de una comunidad que ha hecho suya, Jorge tiene planes de conseguir un trabajo fuera y “arreglarle” papeles a Rosanny, mientras ella incursiona en la carrera de Derecho.
Conflictos
Con la inmigración de trabajadores atraídos por el oro de Pueblo Viejo, no todas las relaciones son felices.
Algunos residentes se quejan de que extranjeros se han mudado con mujeres del pueblo, comprándoles electrodomésticos con un pago inicial en las tiendas. Cuando se vencen los contratos laborales, se marchan a sus países, dejándoles deudas a las cotuisanas, y algunas han sido despojadas de sus enseres por las tiendas. “Ellos son muy tígueres y astutos”, dice de forma jocosa Julio Ramírez.
Prostitución
Según algunos cotuisanos consultados, algunos de los visitantes suelen ser poco educados en los restaurantes, se “emborrachan” en los bares y constantemente están “en busca” de mujeres, lo que ha propiciado un incremento de la prostitución. “Ya no puedo ir al parque.
Una vez un peruano me preguntó cuánto quería por pasar la noche con él. Yo le pregunté: ¿Tú me ves la cara de prostituta?”, cuenta Lidia Camacho.
La esperanza de “salir adelante” con un extranjero implica sus riesgos. El incremento de embarazos no deseados y las enfermedades de transmisión sexual acechan a las mujeres, denuncia Esperanza Decamps, presidenta de la Fundación Crecer. “Las jovencitas lo ven como una opción, un logro.
Por eso estamos trabajando en un proyecto de prevención de embarazo en adolescentes”, señala Decamps.
Gastronomía
Según los cotuisanos, su gastronomía no se ha visto influenciada por la comida mexicana o peruana, aunque LISTÍN DIARIO supo que a raíz de la llegada de la mina y sus operadores extranjeros se ha dado la creación de restaurantes con comida típida de los países de los que provienen.
Un ejemplo son los restaurantes de comida andina que ya se han instalado al lado del Banco Agrícola y en la proximidades de la Barrick, .
No obstante, “ellos son locos con el arroz con frijoles y su pan al lado y su huevo revuelto o “etrallao”, como ellos le dicen.
Su picante fuerte no puede faltar en esa mesa. La cerveza la piden jumbo y es una para cada uno, no como aquí, que si andan en grupo compran una para todos”, señala José Manuel Viloria, propietario del restaurante “El Cotuisano”.
La selección musical incluye rancheras de bandas como Los Tigres del Norte, otra novedad en la zona.
Sin embargo, “a ellos les gusta mucho bailar bachata y salsa”, dice Francisco Flores, empleado de Noni Bar.
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CAPACITACIÓN DE LOS COTUISANOS

En 1982, con la Rosario Dominicana surgió la carrera de Ingeniería en Geología en el Instituto Tecnológico del Cibao Central (Iteco). De la carrera egresaron 25 profesionales, y en los años 90 dejó de impartirse debido al cierre de la minera.
Con la nueva etapa de explotación minera, la carrera se ha retomado con el apoyo de la Unión Europea.
Según la rectora Esclarecida Núñez, el organismo donó laboratorios valorados en nueve millones de pesos, y está capacitando parte del nuevo cuerpo docente.
“Aunque haya un control ambiental, vamos a estar impactados y es una riqueza no renovable que vamos a perder. Nuestra mayor aspiración es que esta explotación se traduzca en un mejoramiento de la calidad de vida de la gente”, manifiesta la rectora.
La estudiante de bachiller técnico en minería Rafelina Jiménez, estudiará Ingeniería en Geología y siente un compromiso con su pueblo.
“Sin la minería no se puede vivir. Todo lo que tenemos es gracias a ella y es algo que no se puede evitar”, comenta la joven.
La futura profesional en Ingeniería Geológica aplicará sus conocimientos en las áreas de minería, medioambiente, tecnología, carreteras y sismos, entre otras.
Para la primera promoción se han recibido más de 200 solicitudes de ingreso y 75 bachilleres han sido reclutados. El cuerpo docente estará integrado por canadienses, españoles y dominicanos.
Cotuí comienza a lucir aires de modernidad
Desde que se llega a Cotuí se aprecia un colorido que surge de la variedad de negocios como tiendas de ropa, restaurantes y plazas comerciales.
“Ahora las tiendas abren los domingos porque los extranjeros están libres de trabajo.
Los ves que andan con sus funditas”, señala el historiador Francisco Rincón.
En Cotuí se creó la Incubadora de Empresas Cibao Sur, que apoya proyectos de emprenderismo.
“El beneficio es que un proyecto pueda emplear al menos cinco personas, con lo que disminuiría el des- empleo en la franja oriental del Cibao sur”, señala Pedro Cruz Tejada, consultor de finanzas de la institución.
La incubadora tiene alianzas con la Embajada de Canadá, la Barrick Gold y otras instituciones.
Construcciones
Una ola de construcciones de edificios comerciales y habitacionales ha surgido en Cotuí.
Desde antes de la llegada de la minera Barrick Gold, el empresario cotuisano Elpidio Cruz tuvo la visión de construir apartamentos para su venta. Algunos de los que ha vendido son alquilados amueblados a terceras personas, y entre sus inquilinos hay ingenieros y médicos del pueblo, y personas que trabajan en la mina. “La Barrick es un mal necesario.
Como pueblo entendemos que va a haber muchos desechos, pero tenemos que vivir dignamente”, sostiene el empresario. Algunos dueños de negocios son menos optimistas.
“El pueblo no ha cambiado nada. Los negocios están por el suelo y a los que les va mejor son a los de comida”, dice Johnny Ángeles, propietario de una tienda de electrodomésticos.
Otras opiniones
Nancy Sánchez se marchó a la capital a estudiar Comunicación Social en la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
A pesar del potencial de Cotuí, ella no piensa volver a su pueblo, aunque no descarta la posibilidad si recibe una oferta “jugosa”.
Sin embargo, la futura profesional considera que antes Cotuí era un pueblo “fantasma”.
Medioambiente
Al conversar con LISTÍN DIARIO, algunos pobladores de Cotuí se refirieron tímidamente al tema del impacto ambiental de la mina.
“Mucha gente lo que quiere es trabajar y ya. No le da mente a los daños que pueda ocasionar la mina”, dice Rafelina Jiménez.
Mientras el empleo es una prioridad para muchos cotuisanos, grupos ambientalistas se han manifiestado contra la empresa.
El pasado lunes, el grupo Salva Tierra se pronunció frente a las oficinas de la Barrick en Santo Domingo.
“La empresa no ha dicho qué cantidad de cianuro va a utilizar para lavar el oro.
No hay garantías de que no vaya a ocurrir un desastre”, expresa la activista Virginia Rodríguez.
“Mi Cotuí merece todo lo mejor y cuando no tiene la oportunidad de tener un empleo o un beneficio se vuelve contestataria”, dice Esperanza Decamps, presidenta de la fundación Crecer.
Ecoturismo Raúl Fernández, propietario del “Ferry”, un negocio ecoturístico ubicado en la presa de Hatillo, teme al impacto negativo que podría ejercer la minera en ese entorno ambiental.
“Las visitas han caído en un 80 por ciento por la mala imagen que ha creado la empresa”, argumenta.
Fernández exhorta a la Barrick a ser más “clara” con el pueblo y explicarle cómo van a proceder con el manejo del agua.
Ricos en oro y blanco de los posibles impactos positivos y negativos, los cotuisanos defienden más que nunca a su pueblo como el verdadero corazón del país.
Hacer todo lo posible para que Cotuí se desarrolle de forma sostenible es el deseo que albergan muchos de sus habitantes.