Todos sabemos que en la familia desde pequeño a los
niños se le pregunta que desean ser cuando grande, por lo general siempre se
tiene una preferencia por alguna
profesión, idea que va cambiando mediante se obtiene mayor nivel de conocimiento
atreves de lo años. Sin embargo nos llama sumamente a la atención como un porcentaje
elevado de jóvenes al terminar el bachillerato tiene seria dificultad para
elegir la carrera que desea estudiar.
Siempre tienen múltiples opciones por elegir y duran
meses para seleccionar, en ocasiones estudiantes se inscriben en una carrera y
después de a ver dado varias materia determinan cambiarse a otras, algunos
cambian hasta en 4 ocasiones de carrera y en el peor de los casos los
estudiantes terminan desertando ya en el nivel educación superior.
Como dirigente juvenil que vivimos a diario trabajando
con juventud conocemos de múltiples casos de jóvenes que presentan la misma
problemática en las dos universidades mas cercana tanto en el Instituto
Tecnológico del Cibao Oriental (ITECO) como en el Centro Universitario Regional
del Nordeste (UASD), situación que debe de llevar a la reflexión no solo a los incumbentes
del área de orientación y psicología del Ministerio de Educación, si no que de
igual forma a los padres y familiares de los estudiantes que estén pasado por
esta situación, en virtud de que esto implica mas que un simple cambio de
carrera, perdida de tiempo en termino de desarrollo profesional, así como
gastos económicos al dar materia que no le convaliden en la carrera final que
elija, a esto se suma el aumento de matriculas para las universidades y una
inversión doble para el Estado Dominicano.
Razones por las que invitamos a los departamentos de
orientación de las regionales, los distritos así como a los diferentes centros
educativos de media del país a que haga de su buenos oficios y contribuyan a eliminar tanto la pérdida de tiempo como de dinero y
lo que es más preocupante la deserción en el nivel superior.