Fue en los meses de agosto y septiembre de 1961, cuando acabado de salir del encierro en las mazmorras trujillistas, Manolo Tavárez, acompañado de una pequeña escolta, recorrió el territorio nacional contactando y activando para la vida pública los núcleos del clandestino Movimiento Revolucionario 14 de Junio, que existían en casi todos los rincones de la Patria, y creando nuevos núcleos, con las personas más serias y decididas, en municipios y campos del país.
Así quedó constituido en todos los rincones el poderoso Movimiento Revolucionario 14 de Junio. Nunca más un dirigente progresista o revolucionario había recorrido, palmo a palmo, la totalidad del territorio nacional.
El primero de febrero, Alianza-País inició lo que hemos denominado “La otra Campaña”, opuesta por el vértice a la campaña de las tres cúpulas políticas que han dañado nuestro país: contactando personalmente y conversando con las gentes, sin dinero, caminando por barrios y calles, encabezada por Guillermo Moreno, el joven político que ha hablado más por sus actuaciones que por sus promesas y discursos, acompañado de cincuenta jóvenes de ambos sexos y comunicadores, que han dejado por 30 días sus responsabilidades locales y con sus familias, para participar de una experiencia única, que está asombrando al país.
Ya recorrieron la región Sur, hasta los lejanos pueblos de Pedernales, Elías Piña, Jimaní y muchos otras localidades remotas, hasta San Cristóbal y demás localidades relativamente grandes de esa empobrecida y abandonada región.
A pie, andando calles y barrios, visitando los puntos más críticos, barrios, mercados, aparato productivo, identificando los ejemplos positivos, que hay en cada localidad. Con los presos en las remotas cárceles de la región fronteriza, pero también en el politécnico Loyola, con una larga trayectoria de servicio a la juventud y al país.
De San José de Ocoa pasaron a la carretera Duarte y a la región del Cibao: La Vega, Jarabacoa, Constanza, Bonao, Cevicos, Cotuí. En aldeas y pueblos. Con el mismo propósito: escuchar a las gentes, palpar directamente los problemas y actitudes. Transmitiendo el mensaje de que ¡se puede cambiar!, ¡el cambio es ahora! Y de que ¡todos y todas tenemos que atrevernos!, porque es el pueblo el que tiene la fuerza, el que sufre, el que tiene rabia e indignación contenidas. Esforzándose por cambiar la desesperanza por una actitud de lucha y de unidad de la Nación.
Así continuará “La Marcha de la Vergüenza”, primera etapa de “La Otra Campaña”. El domingo 26 de febrero llegará a la capital, donde realizaremos una marcha y un acto. Experiencia enriquecedora, que nos enseña que es posible hacer campaña diferente y opuesta a la de aquellos que han desfalcado y dañado la República.