Sanchez Ramirez con un corredor biológico como aliado social,


UNOS 427,264 HABITANTES DE 22 MUNICIPIOS DE CUATRO PROVINCIAS SE BENEFICIAN DEL FOMENTO DE SISTEMAS PRODUCTIVOS Y DE CONSERVACIÓN
Cotuí, Sánchez Ramírez
Los bosques, campesinos y productores de Sánchez Ramírez encontraron hace 27 años un aliado que cambió la historia de la reforestación y la producción agroforestal no sólo de la provincia, sino de toda la región nordeste del país.
Cuando la Organización Internacional de Medio Ambiente y Desarrollo Enda-Caribe (Environment and Development Action) comenzó a trabajar en la zona en 1985 implementó un sistema de plan de manejo de fincas que permitió a los productores rescatar el suelo, producir y mejorar sus condiciones de vida.
Y es Enda la institución encargada de ejecutar el proyecto “Manejo y conservación de los recursos naturales de las colinas bajas de Pueblo Viejo-Los Haitises”, anunciado en diciembre pasado. Con el apoyo de la empresa minera Barrick Pueblo Viejo, la Federación Campesina Zambrana-Chacuey, el Gobierno dominicano y la Embajada del Canadá en República Dominicana, el proyecto contempla un corredor biológico que busca rescatar la cobertura boscosa de unas 5,000 hectáreas a través del fomento de sistemas productivos y de conservación.
Este corredor será una faja de 4, 674 kilómetros cuadrados dentro del contexto del Bosque Modelo Colinas Bajas, que iniciará en los límites del Parque Nacional Los Haitises hasta la cordillera Central, pasando por Pueblo Viejo, y tocará 22 municipios de las provincias Sánchez Ramírez, Duarte, Monseñor Nouel y Monte Plata, explica el director ejecutivo de Enda Dominicana, el agrónomo e ingeniero forestal Mamerto Valerio.
Valerio indica que ese corredor está diseñado para ampliar los proyectos piloto que Enda ha venido trabajando desde 1982 en Villa Altagracia (San Cristóbal), Cotuí (Sánchez Ramírez), Bayaguana (Monte Plata) y El Valle (Hato Mayor) y sentar las bases para un corredor biológico que conecte todas las áreas protegidas y naturales.
“Para llegar a eso hay que comenzar con la unidad base, que es el plan de manejo de finca, con criterios técnicos y la aplicación de procedimientos de las ciencias biológicas, forestales, agronómicas y pecuarias. Ese será el aporte de Enda. Nosotros nos encargamos de buscar la cooperación técnica, científica y financiera,  y, en este caso, Barrick Pueblo Viejo puso el sombrero de la cooperación financiera”.
El aporte de la empresa minera es de RD$38 millones en la primera etapa y, según su director de asuntos gubernamentales, Méjico Ángeles, es uno de los proyectos más importantes en los que participa.
“Su ejecución a cargo de una entidad con la prestigiosa trayectoria y las ejecutorias de Enda Dominicana, acompañado, además, por una federación de campesinos que ha demostrado una capacidad de poder mantener en el tiempo una serie de proyectos de desarrollo, una capacidad de emprendedor, que han demostrado también tener visión, capaces de empoderarse y empoderar a los campesinos, así como también acompañando al gobierno canadiense, que han sido en el caso nuestro un fuerte aliado en todas nuestras iniciativas, que vayan destinadas al tema de desarrollo, esto, definitivamente, con ese conjunto de actores, tiene que estar destinado al éxito del proyecto”, opina Ángeles.
Beneficios
Los trabajos de reforestación comenzaron en diciembre de 2011 y de acuerdo con Alberto Roa, director residente del proyecto, los beneficios ya llegan a unas trece comunidades de la zona de Zambrana-Chacuey.
Las acciones, asegura Roa, están dirigidas a restaurar la vegetación a través de tres modalidades: una reforestación para proteger las aguas, otra en áreas para aprovechamiento y luego está el sistema agroforestal, con la combinación de productos agrícolas y la siembra de árboles para producir madera.
“Para eso nos estamos apoyando en los productores de plantas locales”,  para que a través de contratos provean las plantas que serán usadas en las reforestaciones. De esta forma, señala Roa, se generan fuentes de trabajo en las comunidades, se economizan el transporte y se aseguran de usar plantas nativas.
“Tenemos resultados más que halagüeños, porque un proyecto de esta naturaleza solamente organizarse duraría meses, pero nosotros ya hemos logrado impactar a unos 75 productores con parcelas agroforestales establecidas (Ö). Como tenemos una estructura tan funcional con los productores,  es muy fácil conectarse con ellos y ejecutar las acciones”.
Cinco miembros de la Federación Campesina Zambrana-Chacuey representan a la comunidad en el proyecto, quienes canalizan las necesidades de las comunidades con la institución gestora.
“Cualquier proyecto de desarrollo comunitario que ejecutes en cualquier parte del mundo si no tiene el apoyo, el empoderamiento de las comunidades no sirve, porque no vas a conseguir el resultado que esperas (Ö). El 90% de los costos del proyecto se queda en las comunidades”, indica.
La comunidad recibe los beneficios en tres vertientes: el incremento de la cobertura boscosa, el rescate de las parcelas (con sistemas agroforestales instalados) y el incremento de los recursos económicos.
Roa señala que fue iniciada la rehabilitación de caminos y se está gestionando la rehabilitación del centro comunal y la construcción de un centro tecnológico. Los trabajos que comenzaron en la zona de Zambrana-Chacuey se han extendido hasta Cevicos y pronto iniciarán en Monte Plata.
REFORESTACIÓN POSITIVA
Consideraciones de Manuel E. Bonilla, presidente de Barrick Pueblo Viejo:
“Toda obra de minería, por su naturaleza, tiene un impacto inmediato en el medio ambiente. Estos impactos en algunos casos pueden remediarse a corto plazo, restituyendo la vegetación de la zona durante procesos de construcción y operación, mientras que otros impactos deben esperar hasta el cierre de la mina, cuando son remediados todos los trabajos de impactos pendientes por la minería. Pero los conceptos de minería responsable nos llevan a mitigar estos impactos aun sean de carácter temporal a través de la acción directa en otras áreas.
Este es el caso para Barrick Pueblo Viejo, que, al iniciar esta primera de cinco fases de reforestación entre las áreas circundantes a la mina de Pueblo Viejo y las colina bajas de Los Haitises, hace mucho más que mitigar sus impactos, es decir, crea un balance de revegetación y reforestación positiva. Este gran proyecto dejará un balance de reforestación altamente positivo para la nación Dominicana”.