Barrick Stone, do you know?

Alfredo Freites 
Me duelen las quijadas de tanto reírme. Me enteré de que la Barrick Gold, división Pueblo Viejo, Cotuí, ha sido acusada por la Dirección de Aduanas de ser una empresa exportadora de piedras.
Aduanas, a quien le corresponde certificar la cantidad de oro y plata en los embarques de la multinacional minera, socia del Estado dominicano en  la explotación minera, denuncia o anuncia, aclara o publica, que tiene retenidos seis tanques conteniendo presuntas piedras calizas y arena.  Me extraña esta noticia.
Me hizo reír porque no sabía que la Barrick tuviera otro negocio como el de exportar piedras. Lo que se desprende de la nota que difunden los medios es que Aduanas sospecha que la minera no vende material para decoración.  Bueno, tal vez ha descubierto que la piedra caliza y la arena de Cotuí tienen otros valores desconocidos.
Recuerdo que una persona con apellido Del Tiempo exportaba a España mármol y resultó que eran sustancias que algunos gustan oler, un vicio que las autoridades no apoyan. No creo que la Barrick esté exportando cosas prohibidas. Claro que podrían ser sospechas infundadas de Aduanas que no entiende que la multinacional podría estar expandiendo su área de negocios y las  piedras calizas de Cotuí podrían ser piedras preciosas en un mercado de ignorantes, y la arena podría ser la portadora de corpúsculos dorados como el gold-filled, cosas que parecerían oro, que no es oro pero que Aduanas sospecha que sí.
Reafirmo mi convicción de que la Barrick, sabiendo que es sospechosa de manejos turbios, no hará nada que pueda ser tomado como malas artes. Esta empresa es fiel cumplidora de los tratados, acuerdos, leyes y regulaciones. No sólo aquí. Tiene fama mundial de respetuosa hasta del medio ambiente. Así que ese envío de muestras a laboratorios de Estados Unidos y España de los contenidos en los tanques retenidos, y la amenaza de traer técnicos extranjeros para que hagan una investigación sobre el material declarado, es un abuso de autoridad.
La Barrick le juega una broma a la Dirección de Aduanas. Son inocentes piedras que la empresa  envió al aeropuerto bajo estrictas medidas de seguridad haciendo creer que contienen tales materiales  como sedimentos de Ionium, plutonio, cobalto o kriptonita. Superman dirá.