Desde hace tiempo
los dominicanos venimos "cargando pesa'o" con el precio de los
combustibles, especialmente la gasolina, más por el sube y baja de impuesto que
tenemos que
pagar por un galón.
Y como si eso fuera
poco, ahora tenemos que ir a las
estaciones alertas, atentos, precavidos, para evitar que quien nos despacha el
combustible no nos estafe, echando menos de lo que se le pide, o más aun, sirviéndonos
un combustible mezclado, contaminado que hasta por el olor usted lo identifica.
Hay estaciones en
las que El bombero que le atiende, si usted le pide, por ejemplo: que le eche
mil quinientos pesos de gasolina, si usted se descuidó se va con mil doscientos,
porque el bomberos aprovechó un descuido suyo de no estar atento a la pantalla
y le suplió menos combustible del que usted pagó; "aprovechó para darle el
palo".
Pero el más grave
problema que hoy afecta a la República Dominicana y al mundo, es las constantes clonaciones de tarjetas
tanto de crédito como de debito y ahorro. Esto es posible gracias a la confianza que
usted deposita en cualquier servicentro; a veces los delincuentes ponen un “skimmer”,
un aparato que clona tarjetas y que puede detectarse si toca la ranura en la
parte de arriba o debajo de su tarjeta, en otras ocasiones colocan un teclado
falso sobre el verifone y también, usted debe de ser muy discreto al digitar su
clave de seguridad ya que alguno de estos estafadores están al asecho para
proceder al robo.
No todos los
bomberos están en eso, pero sí un buen porcentaje de nuestro país
principalmente. Manténgase atento, para que no sea víctima de la descarada
estafa; observe ininterrumpidamente la pantalla que indica el precio y los
galones, que, dicho sea de paso, hay algunas que tiene el cristal borroso o
empañado y no se puede ver con claridad... Pero haga un esfuerzo para que no lo
engañen, además si usted va a utilizar su tarjeta de crédito, acompañe al bombero hasta el verifone y si es
posible pásela usted mismo para que no se la clonen.